lunes, 25 de abril de 2011

Arbolito, un ranquel que le cortó la cabeza a RAUCH el asesino, igual que J.A. ROCA de indios NATIVOS.

La historia olvidada de Arbolito

Publicado el 23 de Abril de 2011 EN el diario "Tiempo Argentino"
“En el año 1826, el gobierno de Bernardino Rivadavia, contrató al oficial prusiano Rauch, nada menos que para matar indios, su misión era limpiar la pampa bonaerense de los ranqueles, esos hermosos indios que poblaban estas zonas con absoluta libertad.
Desde Página 12 Osvaldo Bayer puso a Azul en el mapa y destacó el coraje civil de quienes votaron ponerle el nombre de Arbolito a una escuela
    Junto a Bayer y Jorge Meza, el intendente Omar Duclós descubrió la placa que dice "Escuela Especial 503 Arbolito".

      Después de este gesto, será coherente en sus acciones?. ¿Les pedirá al concejal oficialista Néstor Mansilla y al concejal Carlos Vignau que voten afirmativamente el proyecto de Ordenanza para cambiar el nombre a la calle Rauch por Arbolito, que hace seis años presentó la APDH de Azul. Esta entidad volverá a pedir la semana entrante que los concejales de los bloques mayoritarios cumplan su palabra de sesionar que dieron meses atrás, entre ellos Mansilla, Vignau, Conti, Zaffora, Carús.
       Bien, este oficial prusiano comenzó la liquidación de estos indios, y se guardan sus partes militares que hablan de su profunda sabiduría. Por ejemplo, dice que los indios ranqueles no tienen salvación porque no tienen sentido de la propiedad, también señalaba que los indios ranqueles eran anarquistas, así tal cual.
Bien, él se adelantaba, era un oficial prusiano muy valiente, se adelantaba a sus tropas 200 metros por lo menos blandiendo su espada y se encontró con la horma de su zapato, porque después de haber escrito un parte donde decía ‘hoy hemos ahorrado balas, degollamos a 27 ranqueles’, un indio joven, apuesto, alto de pelo largo, al que llamaban “Arbolito” lo estuvo esperando en una hondonada, y cuando pasó este coronel a toda velocidad en su corcel, se le fue detrás, le boleó el caballo, cayó el militar europeo, y el indio Arbolito cometió el sacrilegio de cortarle la cabeza. Así vengaba a tantos de sus compañeros de las pampas.
La Ciudad de Buenos Aires recibió con toda pompa el cadáver del militar europeo muerto de esa manera. Señalan los historiadores que fueron las exequias más ricas de todo ese período argentino.
Arbolito se perdió en la inmensidad de las pampas, ya nadie lo recuerda.
La ciudad donde ocurrieron los hechos se llama hoy Coronel Rauch, y muchas calles recuerdan al oficial prusiano, pero ninguna a ese héroe de las pampas: el querido indio Arbolito.” (Osvaldo Bayer)

fuente: diario EL ARGENTINO

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